domingo, 18 de noviembre de 2018

"DRA. Cuando veo sangre, me desmayo". SÍNCOPE VASOVAGAL

Todo el mundo sabe que las profesiones sanitarias son muy vocacionales; hay algo dentro de cada uno de nosotros que, llegado el momento de elegir, nos hace decantarnos por ellas. Pero he de confesar que estando yo en 4º de carrera, sufrí una crisis existencial. Mis ganas de ayudar a la gente y mi interés por la medicina estaban intactos; sin embargo, sucedió un imprevisto con el que yo, hasta la fecha, no había contado...

Era el primer día de mis prácticas en quirófano. Las cirujanas y la enfermera comenzaban su tarea mientras yo observaba desde un segundo plano cómo abrían, cortaban, diseccionaban... y también, cómo la paciente sangraba. De pronto, al ver todo aquello, empecé a sugestionarme y a encontrarme revuelta. Los oídos me zumbaban y la visión se me nublaba por momentos. Alguien entonces debió ver cómo palidecía y rápido me acompañó fuera del quirófano para que me tumbara en el suelo. 

dibujo chica flotandoFue mi primer casi-desmayo (lo que técnicamente se llama cuadro pre-sincopal), que de no haber tenido esa ayuda, habría evolucionado a un desmayo completo (un síncope reflejo o neuromediado, en concreto, de tipo vasovagal). Después de aquello, me costó mucho perderle el miedo a la sangre (y al igual que a mí, a otros compañeros)... pero ya conocéis el final feliz de esta historia: Aquí sigo, al pie del cañón. 

Quizás os estéis preguntando, ¿qué ocurrió para que tras ver la sangre, me cuasi-desmayara?

Todos tenemos un sistema nervioso llamado "autónomo o neurovegetativo", distribuido por todo el cuerpo, que se encarga de controlar los procesos inconscientes e involuntarios imprescindibles para el mantenimiento de nuestra vida. Algunas de sus fibras nerviosas se unen para conformar un nervio llamado "Nervio vago" que se distribuye "vagamente", por debajo del nivel de la cabeza. Este nervio cumple funciones motoras en el diafragma, el estómago y el corazón entre otros, y funciones sensoriales en los oídos, la lengua, la laringe y varios órganos viscerales.

Ante un estímulo que nos provoca alerta, estrés, respiración agitada, palpitaciones... (como puede ser una emoción fuerte, visiones desagradables (que en mi caso fue ver la sangre), el miedo, el agobio o el dolor, entre otros), a veces el nervio vago se estimula demasiado para intentar controlarlo, provocando un descenso importante en la frecuencia cardíaca, la consiguiente bajada de tensión y una disminución en el riego sanguíneo cerebral (Hipoperfusión cerebral transitoria). Es por ello que podemos encontrar sensación de mareo, visión borrosa, palidez, sudores, hormigueo en las manos e incluso pérdida de consciencia. Pero además, puesto que el nervio vago también produce respuesta a otros niveles, podemos notar trastornos auditivos (como zumbidos en los oídos), digestivos (como náuseas, vómitos o diarrea), etc.

Este síncope vasovagal se incluye dentro de los síncopes reflejos o neuromediados y es la causa más frecuente de síncope. Suele darse en sujetos jóvenes y sanos y en general, ni deja secuelas ni reviste gravedad.
tabla de clasificación de síncopes

¿Y qué debemos hacer si tras uno de estos estímulos, comenzamos a sentirnos mal?

  1. Lo primero, debemos evitar caernos de bruces contra el suelo para prevenir contusiones. En cuanto nos notemos indispuestos, nos tumbaremos despacio en el suelo y nos colocaremos boca arriba, elevando las piernas unos 45º (la llamada posición antishock, que aunque hay quienes la cuestionan, podría favorecer el retorno venoso al corazón, recuperando la tensión arterial y mejorando así el riego cerebral).
  2. Después, respiraremos con normalidad. Poco a poco notaremos que nos encontramos mejor y cuando por fin nos hayamos recuperado por completo, nos sentaremos despacio antes de ponernos de pie, comprobando que no se repite el mareo. 
  3. En general, no precisa de medidas terapéuticas especiales más allá de reafirmar sobre la naturaleza benigna del cuadro, lo que en muchas ocasiones es suficiente para disminuir la angustia que le genera y lo ayuda a reconocer y evitar los desencadenantes. Sin embargo, no está de más ponerlo en conocimiento de nuestro médico para diferenciarlo de otros síncopes y si lo creyera necesario, hacer alguna exploración adicional.
chiste sobre desmayos
Una pequeña broma en consulta...




BIBLIOGRAFÍA:
http://www.revespcardiol.org/es/sincope/articulo/90147733/#f0015
https://secardiologia.es/images/institucional/sec-calidad/SEC_AP_S%C3%ADncope.pdf

1 comentario:

  1. Muchas gracias por compartir tu experiencia , me ayudó muchísimo :)

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