domingo, 3 de noviembre de 2019

COSTOCONDRITIS: PINCHAZOS EN EL PECHO

Mr.Wonderful me parto
Después de un ataque de risa, de un acceso de tos, de una viriasis o incluso sin una causa clara, nos podemos ver asaltados por un dolor momentáneo, de tipo pinchazo, que aumenta cuando cogemos aire y nos asusta sobremanera.
 
Sin embargo ese dolor que es tan puntual (no dura más de 2-3 segundos seguidos) como incisivo (similar al que sentiríamos si nos clavaran miles de alfileres) y que no se acompaña de mal estar, mareo ni otra serie de síntomas, no debe preocuparnos. Lo más probable es que se trate de una COSTOCONDRITIS (o síndorme de Tietze); que aunque el nombre suene un tanto rocambolesco, no es otra cosa que una inflamación transitoria del cartílago que une las costillas al esternón.
 
Esa inflamación, aunque muchas veces no tiene causa evidente, suele relacionarse con infecciones víricas previas, traumatismos en esa zona o con ejercicios donde la musculatura de la caja torácica se haya distendido mucho, como pudiera ser tras las risas o un acceso de tos.

Al estar inflamado el cartílago que mantiene unidas las costillas al esternón, cualquier movimiento que lo distienda (como una inspiración profunda) o cualquier palpación a esa altura, puede desencadenar o reproducir el dolor punzante.

No es necesario tratamiento para resolver la costocondritis, salvo que el dolor moleste demasiado, en cuyo caso se podría utilizar algún antiinflamatorio (como el ibuprofeno), siempre que no lo tengamos contraindicado por alguna otra razón.
 
niño hinchando globoAdemás, se recomienda hacer un tipo de fisioterapia respiratoria que es muy fácil y sencilla y cuyo fin es mantener los músculos, cartílagos, ligamentos y huesos de la caja torácica en las mejores condiciones para prevenir este tipo de situaciones. ¿Cómo la podemos realizar? Una forma sencilla y económica es hinchando un globo lentamente, varias veces, durante unos 5-10 minutos al día, todos los días.
 
 
No obstante, si el dolor que presentamos no se corresponde con las características descritas o se acompaña de más síntomas (como puede ser mal estar, fiebre, falta de aire, dificultad en la respiración, mareo, etc.) habrá que consultar con nuestro médico quien nos realizará el diagnóstico diferencial, basándose en una exploración física y si es necesario, en las pruebas complementarias que considere oportunas.
 
 



BIBLIOGRAFÍA:

RESIMECUM: MANUAL DE DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO DIRIGIDO AL RESIDENTE DE MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA.

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