domingo, 10 de abril de 2016

UN GOLPE EN LA CABEZA

¡Quién no recuerda aquellos simpáticos chichones redonditos (a veces triples) que le salían a los personajes del manga tras un golpe en la cabeza! 
O aquellas estrellas sobrevolando la cabeza contundida de otros muchos dibujos de animación.

Dibujo de Shin Chan y Chicho Terremoto

Chichón manga by DarQaris

¡¡Y es que, un golpe en la cabeza, a nadie nos deja indiferentes!!

Sin embargo, hay distintos tipos de golpes en la cabeza:

  • Golpe leve: Aquél golpe que causa dolor en la cabeza leve, pero no llega a producir hematoma (chichón) ni manifiesta otros síntomas como pérdida de consciencia (desmayo).
  • Contusión craneal: Aquel golpe o traumatismo que además de dolor de cabeza se acompaña de hematoma y sensación de leve aturdimiento inmediato, de pronta resolución.
  • Traumatismo cráneo-encefálico leve (conmoción cerebral): Durante el traumatismo se produce una vibración intensa del cerebro, por lo que la persona puede perder la consciencia por un corto tiempo (menos de 30 minutos). Puede ser que después la persona se sienta desconcertada y que pierda la visión o el equilibrio por un período corto de tiempo.
  • Traumatismo cráneo-encefálico moderado-grave: Durante el traumatismo se produce un sangrado cerebral que se coagula y acumula. A veces es un sangrado brusco y abundante; sin embargo, otras es un sangrado muy pequeño (a veces indetectable hasta en el TAC) pero que podría ser incesante y crecer en las siguientes horas. El paciente tras este traumatismo puede estar consciente al inicio e ir empeorando progresivamente a medida que avanza el hematoma, consciente pero con respuesta a estímulos alterada o incluso en estado de coma.

Debemos tener en cuenta que la evolución de la sintomatología del paciente (sobre todo en las primeras 24 horas) será lo que determine su gravedad, ya que como hemos visto, un golpe que inicialmente parece leve, puede llegar a transformarse, a medida que pasan las horas, en algo muy grave (véase el caso del traumatismo con sangrado cerebral mínimo pero incesante que con el paso de las horas puede aumentar y convertirse en potencialmente mortal).

reloj del siglo pasado marcando 24 horas
Cuando un paciente acude a la consulta por un golpe en la cabeza, tras la evaluación que se le haga y la sintomatología que relate, se hará un diagnóstico, clasificando el golpe en una de las categorías arriba expuestas. El TAC cerebral conlleva mucha radiación, por ello sólo se solicitará cuando haya dudas en la evaluación del paciente o cumpla unos criterios que están establecidos.

Para los pacientes que finalmente son dados de alta diagnosticados de las formas más leves de traumatismo craneal o golpe en la cabeza, como a día de hoy todavía no poseemos una bola de cristal que prediga el futuro, lo que hacemos es dar una serie de recomendaciones para que se vigilen en casa durante al menos las primeras 24 horas. En caso de que alguna de ellas apareciese, deberán acudir de nuevo a consulta/urgencias.

¿Cuáles son las recomendaciones ante un golpe en la cabeza?


  1. Un familiar/acompañante debe responsabilizarse del cuidado y observación del paciente las primeras 24 horas para comprobar que no hay alteraciones en la orientación ni movilidad de miembros.
  2. Reposo relativo en domicilio las primeras 24-48 horas, evitando luces o ruidos intensos,
  3. Dieta absoluta durante las primeras 8 horas después del golpe, iniciando después la ingesta primero de líquidos y después alimentos sólidos. No tomar tranquilizantes ni alcohol.
  4. Es normal el dolor de cabeza leve durante las primeras 24 horas. 
  5. Aplicar frío en la zona del golpe (nunca hielo en contacto con la piel, pues provocaría quemaduras) 3-4 veces al día, 15 minutos cada vez.
  6. Acudirá a consulta/urgencias si:
    • Dolor de cabeza intenso.
    • Vómitos bruscos o persistentes.
    • Tendencia anormal a dormir, o dificultad para despertarse.
    • Pérdida de consciencia, confusión o desorientación.
    • Irritabilidad, alteraciones del carácter o actitudes anormales.
    • Dificultad para hablar o expresarse.
    • Visión doble o borrosa.
    • Pérdida de fuerza o movilidad en alguna extremidad.
    • Convulsiones.
    • Aparición de sangre o líquido acuoso en oído o nariz.
    • Sensación de mareo progresivo.
BIBLIOGRAFÍA: http://www.fisterra.com/salud/1infoConse/TCEvigilancia.asp






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