domingo, 23 de agosto de 2015

MIRADAS

Los párpados caídos, las conjuntivas inyectadas en sangre y la pupila cansada de acomodarse.

La mirada grita en silencio. Gritos de soledad, de incomprensión, de dolor y de nostalgia. Y yo en la consulta, los oigo con mis ojos fijos en ella, en esa mirada. Como los oigo aunque sus iris cambien de color. 


Siendo yo una niña de 13 años, me fui unos días a un pueblo de Francia de intercambio. Todo me parecía irreal; la gente no hablaba como en clase de francés y no lograba entender a nadie. Además, sus horarios, sus comidas, su estilo de vida... ¡me parecía tan distinto! Y un día, mientras dábamos un paseo mi compañera y yo, nos encontramos con un grupo de niños amigos suyos. Cuando supieron que yo era española, escupieron con desprecio en el suelo; eso sí lo entendí. Creeréis que es una tontería infantil sin más, pero ese gesto entonces me dolió. No entendía qué había podido hacer yo, una simple niña de 13 años, para caerles mal, si sólo sabían de mí la procedencia. Supongo que aquello les debió parecer suficiente. 

Sentir la discriminación duele, aunque sea un momento puntual. Comprenderéis que se me encoge el corazón cuando veo reflejado en algunos ojos el dolor de sufrirla a diario. 

Esas miradas que gritan ahogadamente pertenecen a personas que dejan su país, sus costumbres, su familia... por tiempo muchas veces indefinido, buscando una vida "mejor"(digamos mejor entre comillas porque seguramente la mejor vida sería donde tienen sus raíces), y a veces se encuentran con terribles barreras sólo por su origen de procedencia. 

Nadie tiene el poder de decidir dónde nace, por tanto nadie debería ser juzgado por ello. 

Como dice una canción de Celtas Cortos: "SOMOS DISTINTOS, SOMOS IGUALES".



Mujer con una mirada que refleja mil emociones



4 comentarios:

  1. Cuantos menos seamos propiciando esas barreras, más débil será el muro. Estoy seguro de que algún día caerá.

    ResponderEliminar
  2. ¿Pudiera ser que la discriminación este arraigada en el adn del ser humano desde el origen de su existencia?. Es decir, supongo que cuando se defendía el territorio y la comida que en él se hallaba, junto a las hembras (todo hay que decirlo) de otros similares que anhelaban todo ello pero que moraban en otras latitudes, eso ya podríamos considerarlo discriminación u odio hacia el que viene de fuera, más aun cuando el ser humano se fue extendiendo y encontrando a otros diferentes a sí mismo, en cuanto a color de piel, complexión y demás diferencias (la lingüística una de las mas importantes), pues eso incrementó el sentimiento de distinción y odio entre unos y otros, imagino.
    A día de hoy, si bien los conocimientos y la cultura son casi infinitos, la ignorancia esta equiparada a ellos y la nula empatía hacia el prójimo hace que pasemos por alto las desgracias personales que cada uno lleva aparejadas en su vida, tales como persecuciones político-religiosas, conflictos armados, necesidades económicas cuando no miserias, etc, etc, razones que les empujan a abandonar sus lugares de origen y buscar una solución a sus dramas personales. O bien simplemente porque crean que merecen una vida mejor y están en todo su derecho de salir a buscarla.
    En cualquier caso, cierto es que la globalización está consiguiendo que el ser humano no conozca fronteras y me gustaría pensar que en un par de siglos no quedará nadie a quien se pueda considerar nativo originario de algún sitio en concreto. Quizás ese día no se hable de discriminación o racismo.
    Como bien dices nadie elige donde nacer, eso no debería condicionar el resto de nuestra vida, en absoluto.

    Gracias por el tiempo que dedicas a este blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Probablemente la discriminación se deba, como dices, a la evolución de las especies, desarrollándose durante siglos como modo de supervivencia... Pero en la actualidad, no creo que sea una cuestión de supervivencia. El avance que experimenta la humanidad para muchas cosas, parece que promueve paradójicamente una deshumanización en las personas y el mundo global al que nos encaminamos cada vez es más individualizado en algunos aspectos.
      A mí me parece que los orígenes de cada persona son importantes, puesto que son los cimientos sobre los cual comienza a desarrollarse; le dan un significado y le dotan de una identidad. Pero yo creo que cada uno tiene los suyos, que no deberían ser ni mejores ni peores al resto y mucho menos ser juzgados por los demás.
      Esperemos que, como dices, llegue el día que desaparezca la discriminación.

      ¡Un saludo y muchas gracias por tu comentario!

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...