SALA DE ESPERA |
En ocasiones, durante alguna entrevista clínica, tengo la extraña sensación de que soy cualquier cosa menos médico. Suena raro, pero como veréis, sucede.
Las siguientes líneas son tan sólo un retrato de lo que ocurre algunos días en la consulta. A través de estos personajes inventados, más de uno palpará la realidad...
10:15 am de un martes cualquiera en el centro de salud.
-Fulanita, pase a la consulta. -digo asomándome a la puerta.
Y mientras Fulanita pasa, alboroto general en la sala de espera.
-¿Fulanita? - Grita Menganita, que ha venido con ganas de increpar. -Oye, niña, ¿por qué hora vas? Porque yo tengo a y 20 y creo que voy antes que Fulanita. -Comentario propio de la cola de la pescadería.
-Pasa primero Fulanita que tiene a y 15, que hoy voy en hora. Después saldré a llamar.
Acompaño a Fulanita a la consulta, la acomodo y cual azafata, vuelvo a mi silla, detrás de la mesa.
-Disculpe, Fulanita. Cuénteme, ¿Qué le pasa?. - La voz me sale dulce y cariñosa, como la de una madre intersada por los problemas de su hija adolescente.
Fulanita, tímida, comienza a llorar. Está nerviosa, tiene muchos problemas y una importante carga familiar. Le escucho, le acerco un pañuelo, le consuelo... Ahora me siento una amiga. Le doy alguna herramienta para que afronte mejor su problema (como haría cualquier psicólogo) y ya más calmada, se despide y se va.
Respiro hondo. Ya son las 10:25; comienza el retraso. Hay que salir a lidiar con Menganita (con el arrojo de un torero).
-Menganita, pase, es su turno. Después, Zutanita.- Digo mientras Menganita va entrando en la consulta. Una vez sentada, continúo. -Buenos días, Menganita.
-Yo venía a que me de un volante para el traumatólogo.-me responde.
Efectivamente, Menganita ha venido guerrera. O quizás piense que soy la secretaria del traumatólogo.
-Menganita, ¿Y si me cuenta primero lo que le ocurre y después vemos si es necesario que la vea otra vez el traumatólogo?.
-Pues que me duele la rodilla, como siempre.- Refunfuña.
-Pero Menganita, ¡si es el mismo dolor de siempre y ya le dijo al traumatólogo que no se quería operar!
-Y no quiero, pero me duele.-Sentencia mientras se toca la rodilla.
-Pase a la camilla, que se la voy a mirar, por ver si hay algo nuevo.-Y con la mano derecha la invito a subir.
-¿A la camilla? ¿Me va a hacer desvestirme?
¡¡¡Dios mío dame paciencia!!! pienso, mientras mantengo gesto cual estatua.
Como era de esperar, la rodilla de Menganita está igual que siempre.
-Menganita, su rodilla está igual. Es lógico que le duela porque ya sabe que tiene artrosis.¿Está tomando lo que le puse para el dolor?
-¡Uy no, doctora, estoy harta de tanta pastilla!
-Lamentablemente, las pastillas es lo que más le va a quitar el dolor.
-Pues entonces deme la receta del Pacetamol.
-Muy bien, Paracetamol. (Aquí hago de traductora simultánea) -¿Y necesita algo más?
-Sí, dame la del colesterol y la de la tensión.
Voilá! me acaba de transformar en una tendera.
-Y deme también antibiótico.
-¿Antibiótico para qué, Menganita? - Me descoloca.
-¡Anda! Para mi nieto, que tiene gripe.
-¡Anda! Para mi nieto, que tiene gripe.
-¿Para su nieto? Menganita... si su nieto está con gripe, ¿no cree que le tendré que ver a él? Y además, si es gripe, ya le he explicado en otras ocasiones (parezco un loro de repetición) que no se cura con antibiótico.
-¡Pues vaya cosa que me dice!-me recrimina enfadada. -La otra doctora, que es MUY SIMPÁTICA Y MUY BUENA, me lo da sin ponerme pegas. Me tendré que ir a ella. Y así, de paso, que me mande al traumatólogo.
No existe la otra doctora, pero me desafía. Me transformo en boxeador fuerte e implacable y encajo bien el golpe.
-Si se lo dan otras veces, será porque lo necesite. Yo ahora no se lo voy a dar. ¿Necesita algo más?
-Ya nada más. Bueno doctora, que pase un buen día (se le ha pasado el enfado).
-Buenos días, Menganita, pase un buen día usted también. (Ahora me siento un gran atleta en el pódium, tras una dura carrera de obstáculos).
Las 10:40. El retraso es imparable... En este momento me hago Politeísta y me encomiendo a todos los Dioses.
-Zutanita, pase.
En mi humilde opinión, creo que has mantenido muy bien el tipo. De verdad.
ResponderEliminarY pensar que en algún momento se me ocurrió pensar que la Medicina de Familia era sencilla... Ja.
Por cierto, he respondido a tu pregunta de qué es para mí la empatía en una entrada en mi blog, por si te quieres pasar a leerlo :)
Un beso ^^
La medicina de familia es bonita, enriquecedora, dinámica...pero con la agenda llena y a 5 min por paciente ¡¡no es fácil, no!! Jajaja
EliminarMuy interesante tu visión sobre la empatía, dejo por aqui la dirección por si alguien más quiere verla :)
http://primerasexperienciasymas.blogspot.com.es/2015/03/que-es-para-mi-la-empatia-y-un-porron.html?m=1
Besotes!!
Qué paciencia tenéis! Cómo os admiro! En 5 minutos tenéis que escuchar, valorar, diagnosticar (y acertar a la primera eh! q si no, nos enfadamos!), prescribir (si es necesario, q a veces creemos q pasáis de nosotros si no salimos con una receta bajo el brazo...) y despedir al paciente, y siempre con una sonrisa! GRACIAS a todos los que hacéis posible la MEDICINA DE FAMILIA!
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias, Carolina!! Realmente la Medicina de Familia la hacemos posible entre todos :) Los pacientes impacientes agotan a todo el mundo, tanto dentro como fuera de la consulta (porque a veces la sala de espera ¡está que echa humo!)... Por suerte, como dices, lo normal es que se llegue al entendimiento y salgamos todos de allí con una sonrisa (independiente al motivo de consulta, claro).
Eliminar¡Un saludo!
Soy una enfermera y opositora MIR de la última convocatoria del 2015. Y si todo va bien seré futura residente de MFyC. Mi inclinación es más de urgencias, me apasionan, pero me gusta la gente, escuchar, e intentar ser empatica.
ResponderEliminarSé que tendré que aprender a lidiar con todo tipo de pacientes, aunque algo ya he vivido en las urgencias como enfermera, hay pacientes muy demandantes y exigentes.... pero con paciencia y una sonrisa todo se puede!
me he reído mucho con tu entrada y los nombres de menganita, fulanita... hay que tomárselo con humor!!
un saludo.
Dra.Nightingale.
¡¡Hola Dra.Nightingale!! ¡Enhorabuena por haber llegado donde estas!(admiro a todos los que sois capaces de terminar una carrera y volver a hacer otra!).
EliminarComo ya has trabajado en urgencias, sabrás que también allí se escucha mucho a la gente, y aunque no hay un seguimiento, el trato es bastante cercano, así que si encima el estrés de la urgencia te gusta, acertarás de pleno escogiendo MFyC!!
Muchas gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado la entrada :) como dices... ¡hay que tomárselo con humor!
Un saludo, y ¡¡mucha suerte en la elección!!
Si José Mota lee esto, seguro que sale con un guión para un sketch fantástico, jajaja, madremía, no podrías haber descrito mejor el trabajo de un Médico de Familia y su santa paciencia tratando con todo tipo de personas y personajes :)
ResponderEliminarjajaja, ¡¡estaría fenomenal que José Mota tuviera en cuenta esta entrada para hacer una de sus escenas!! De hecho, daría hasta para hacer una mini serie a lo El Tio la Vara, jajaja :)
EliminarMuchas gracias Sophie por tu comentario, ¡qué ilusión!(me encanta Mondo Médico)
¡Un saludo!
Esto pasa mucho, y lo expongo desde la perspectiva del paciente. En la salita de espera, previa a la consulta con el doctor o la doctora, no son pocos los comentarios en el sentido de autodiagnóstico; que si éste o aquella facultativa es una antipática, o los más variopintos giros en la diatriba o cacareo. El ejercicio que más solemos practicar, con diferencia, es el de la despotricación y no conocemos lo que es el ponernos en la piel del otro. Desenfadado post que refleja una realidad muy cotidiana. Un saludo.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tu comentario, Tuareg! Sí, todos hemos sido pacientes alguna vez y el tener que esperar durante largo tiempo a veces ... ¡desespera! Como bien dices, el ponernos en la piel del otro es algo que nos cuesta mucho y sale más fácil quejarse... por eso escribí estas líneas desde el otro lado de la mesa, para intentar que al leerlo, ¡sea más fácil comprender el retraso que llevamos a veces en las consultas!
Eliminar¡Un saludo!
Toda la razón en lo que dices, y sobre todo en el tema de CONSULTAS EN ALTA VELOCIDAD. Hay algunos que hay que ponerles claro lo que es pundonor, empatía, orgullo, raza y justicia.....SOMOS MEDICOS DE FAMILIA y nunca amansamos fieras....
ResponderEliminarTe oferto mis blogs por si te sobra tiempo entre paciente y paciente.....;-))
http://makyyo.blogspot.com.es/
http://medicinadefamiliaenlacocina.wordpress.com
Las consultas a alta velocidad, como se pretende al hacer las agendas... es imposible!! Jeje Sólo hay que ver que cada consulta es distinta, cada paciente necesita su tiempo y que por mucho que a veces queramos correr... no siempre podemos!!
EliminarGracias por tu comentario!!
Saludos!!
Me he reído un montón con esta entrada, y es que es real como la vida misma. Lo que más me alucina, así en la vida en general y no sólo en las salas de espera de las consultas, es lo "experto" que es todo el mundo, que hasta se permite el lujo de decirle al médico lo que le pasa, lo que necesita que le recete, y el diagnóstico completo, y eso sin ser médicos... Yo de pequeña tenía claro que quería ser forense, pero con las vueltas que da la vida y por circunstancias varias, acabé harta de médicos y de hospitales (como paciente) y mi vida fue por otros caminos. Pero entiendo perfectamente que el doctor House odie pasar consulta, jajajajaja.
ResponderEliminarGracias por dejar tu comentario! La verdad que igual que a veces nos desesperan, otras veces nos hacen pasar un buen rato con sus ocurrencias, comentarios y elocuencia!! Jeje
EliminarMe alegro te haya gustado!
Un saludo!
Excelente
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