Mucha gente me decía que esta corta etapa de la vida, como
es la Residencia, nos dejaba marcados de por vida por muchos motivos, entre
ellos (de destacada importancia)por las
amistades que se crean.
Recuerdo cuando por primer vez nos encontramos los nueve,
mis ocho queridos compañeros y yo, cargados de ilusión y nervios. Era 11 de
Mayo y allí, en un viejo centro de salud, sede de nuestra unidad docente, dábamos comienzo a esta nueva etapa.
Formábamos un grupo muy heterogéneo; cada uno teníamos una
edad, un lugar de nacimiento, incluso un motivo diferente por el cual estar
allí...No obstante, algo había en común en todos nosotros: nuestro especial
vocación por esta especialidad.
Tras varias semanas de cursos, de charlas, de recogida de
pijamas, calzas y batas...empezábamos a conocernos. El buen humor y las
terribles ganas por comenzar esta experiencia nos lo pusieron muy fácil. A su
vez, fuimos conociendo al resto de nuestros residentes mayores (las sesiones de
Familia los lunes en el hospital contribuyeron mucho a ello) así como al resto
de compañeros de otras especialidades (aunque... quizás en este caso hayan
contribuído más los divertidos encuentros en nuestro querido Tayo tras las
jornadas de trabajo).
En general, las rotaciones, los diversos cursos, los encarecidos
congresos, los cánticos de protesta en manifestaciones...han conseguido reunirnos a todos(residentess pequeños y
mayores, a los que fuimos despidiendo y a los que irán viniendo), brindándonos
la posibilidad de conocernos más. Pero
sin duda, las guardias han sido el plato fuerte para esta conexión(al fin y al
cabo, algo bueno tenían que tener!). Imaginaos, 24 horas intensas de trabajo, con un pequeño descanso para comer, una
escueta cena para no desfallecer y una mínima siesta nocturna sobre una litera
tambaleante... pues es instinto de supervivencia el que surja la
confraternidad, el que aprendamos de todos nosotros, nos ayudemos y nos
protejamos frente a las adversidades de la guardia... y en eso, al fin y al
cabo, consiste la amistad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario