Dra. ayer no fui a trabajar, vengo a pedir la baja.
Dra. me acabo de enterar que estoy embarazada, vengo a pedir la baja.
Dra. esta noche he dormido mal y no he ido a trabajar, vengo a pedir la baja.
Dra. me quiero hacer un injerto de pelo por la privada, luego vendré a pedir la baja.
Dra. en mi trabajo no me dan vacaciones, vengo a pedir la baja.
Y así un largo etcétera de situaciones insólitas que se plantean todos los días en consulta y que, después de creer que se trata de una cámara oculta, siempre acaban en la misma respuesta: No.
No, en primer lugar porque la baja laboral es una prestación que no la pide el paciente, sino que es el médico el que evalúa su necesidad y el responsable de hacer un uso adecuado de la misma.
No, en segundo lugar porque no se trata de un premio, un permiso para ausentarse injustificadamente del trabajo ni unas vacaciones extra pagadas; se trata de una protección que otorga la Seguridad Social para aquellas situaciones clínicas que impiden realizar la actividad laboral habitual, mientras recibe asistencia sanitaria para intentar recuperarse.
Un médico no tiene obligación de justificar una ausencia al trabajo, un día determinado, de un paciente que no ha sido atendido por ningún profesional sanitario ese día, por muy enfermo que refiera haya estado. Tampoco tiene obligación de dar una baja laboral, aunque el paciente no haya acudido a trabajar, si no encuentra motivo que justifique la ausencia de su puesto. Ni siquiera el hecho en sí de estar embarazada justifica una baja laboral, ya que estar embarazada no es una enfermedad sino un estado fisiológico de la mujer, salvo que su puesto de trabajo condicione un riesgo (y así lo contemple su empresa) o sufra una enfermedad que ponga en riesgo la salud materno-fetal. Tampoco están contempladas las bajas laborales por cirugía estética, pudiendo ser valorable por el médico la necesidad de dicha intervención.
Por lo general, los médicos no somos ogros y solemos tener bastante sentido común, por lo que cuando una baja laboral está indicada, la damos. ¡Pero cuidado!, que tampoco somos tontos. Así que si uno se encuentra tan mal como para no ir a trabajar, dos consejos:
- Acudir a su médico para ser evaluado y resolver sus dudas.
- Asumir las consecuencias de nuestros actos. Si alguien considera, sin consejo médico, que no debe ir a trabajar, que asuma que quizás le descontarán el día si el médico finalmente no justifica esa ausencia laboral.
Y por favor, seamos todos conscientes de que la baja laboral es una prestación que pagamos entre todos, que bien utilizada protege nuestra salud manteniendo nuestro trabajo, pero su mal uso contribuye al malgasto de tiempo y dinero, así como al posible empeoramiento de sus condiciones futuras.
BIBLIOGRAFÍA:
Más de 150 respuestas sobre incapacidad temporal. Grupo Lex Artis de la SoMaMFyC